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Un equipo de conservadores encuentra un cuadro de Magritte que se creía perdido

AUTHOR Maria G. Picatoste DATE noviembre 15, 2013

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Cuando hace dos años el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), la Colección Menil y el Instituto de Arte de Chicago comenzaron a preparar una exposición conjunta sobre el pintor surrealista René Magritte, sus equipos de conservadores encontraron algo inesperado. Bajo dos de los cuadros del pintor belga descubrieron restos de «La pose encantada», un cuadro que se creía perdido. El hallazgo dio comienzo a un trabajo de investigación para encontrar el resto de la obra original, una tarea que a día de hoy continúa en pleno desarrollo.

Fotografía de «La pose encantada» (1927) comparada con las radiografías de dos obras posteriores de René Magritte

Michael Duffy, quien trabaja en el departamento de Conservación del MoMA, le relató a arttroop los detalles de todo el proceso. Duffy fue el conservador encargado de restaurar «Las señoritas de Avignon» de Picasso. Desde que ese proyecto concluyó en 2002, Duffy ha restaurado obras de artistas de renombre como Matisse, Chuck Close o Jasper Johns.

- ¿Cómo sucedió este descubrimiento?

- Antes de la exposición «Magritte: El Misterio de lo Ordinario 1926-1938» comenzamos a mirar en profundidad 15 obras de Magritte que pertenecen a las instituciones organizadoras de la muestra. Algunas de las técnicas que utilizamos fueron radiografías, recuento de fibras de los lienzos, cámaras de imagen multiespectral e infrarrojos. Encontramos cambios en la composición de algunas pinturas. En un caso, bajo «El retrato», encontramos una figura totalmente inesperada. «¿A qué se parece?», nos preguntamos. Y gracias a los comisarios encontramos que era «La pose encantada» de 1927, un cuadro que muestra la figura de una mujer de pie al lado de una columna.

- ¿Le había sucedido algo así antes?

- Sin duda habíamos hecho muchas radiografías de obras y encontrado diferentes composiciones debajo, pero esta ha sido la primera vez que hemos identificado una obra perdida.

- Había fotografías de la obra perdida, así que pudieron identificarla fácilmente.

- Sí, estaba registrada en el catálogo razonado de Magritte, donde aparecen enumerados todos los cuadros que hizo y donde había una fotografía en blanco y negro de 1927. Lo siguiente que tenemos es una carta en la que la galería donde había expuesto la pintura le pedía que fuera a recogerla. Esa fue la última vez que la obra fue mencionada, que nosotros sepamos. Este cuadro había sido pintado en 1927 y expuesto hasta el punto de que la gente escribió sobre ella, pero luego desapareció repentinamente. ¿Qué hizo con ella? Pensamos que la cortó en cuatro partes de las que hemos encontrado dos, las que formaban la mitad izquierda de la obra. La parte superior está debajo de nuestro cuadro, «El retrato»; y la parte inferior está bajo «El modelo rojo» del Moderna Museet [en Suecia]. Sabemos que las pinturas que eran del mismo tamaño fueron exhibidas juntas y esos son los cuadros que estamos tratando de conseguir para analizar.

- Para esto el MoMA está trabajando con otras muchas instituciones. ¿Cómo de rápido es el proceso?

- En este caso organizando la exposición en conjunto con otras dos instituciones, la Colección Menil y el Instituto de Arte de Chicago, así que esto nos ha permitido durante los dos últimos años ir a sus colecciones y analizar las pinturas de Magritte que ellos tenían. Así que hay un núcleo de aproximadamente 20 obras que conocemos muy bien.

- ¿Y con el Museo de Magritte en Bruselas?

- Nuestros comisarios tienen una correspondencia bien establecida con ellos y les contactaron para radiografiar y hacer fotografía con infrarrojos de algunas de sus obras que pensamos que eran más interesantes. También hicimos consultas con su equipo científico, pero no han realizado muchos análisis de las obras, aunque ahora parece que están cada vez más interesados.

- ¿Creen que las partes que faltan están en una colección privada?

- Sí. Ahora mismo creo que hemos analizado todas las obras disponibles. Nos queda una lista de ocho obras de una muestra que Magritte hizo en 1936 a  las que esperamos poder echar un ojo porque, como quizá sepáis, una de las pistas de que hay una obra debajo de otra es que los bordes están pintados, algo que podemos ver en los extremos de la pintura.

«El retrato» (1935)

- ¿Así que creen que con un simple vistazo podrían identificar las partes restantes?

- Sí, pero tendríamos que obtener el permiso de los dueños y quizá incluso sacarlos de su marco, lo cual es mucho pedir.

- ¿Han empezado a contactar a estos propietarios?

- Sí, aunque es un trabajo de los comisarios. Ahora que tenemos estos dos descubrimientos esperamos que estén interesados en colaborar con nosotros.

- ¿Qué cree que sucederá si hayan las restantes piezas del puzzle?

- Sería fantástico y muy excitante saber exactamente qué cuatro obras acabó guardando. Lo que también hemos estado haciendo con radiografías y la ayuda de científicos conservadores ha sido analizar los tejidos del lienzo y demostrar que proceden del mismo rollo, ya que algunas de las fibras son muy específicas. Para identificarlas estamos trabajando con un ingeniero en la Universidad de Rice (Texas). En esencia tenemos las radiografías de «La pose encantada» y podemos compararlas con otras obras de 1927 y ver cómo encajan unas al lado de otras en el mismo rollo de lienzo. Es muy excitante conocer el potencial de hacia dónde nos pueden llevar estas pistas. Es como ser un detective de arte.

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